miércoles, 5 de enero de 2011

“Catching Light”

Mi afición por algunas de las fotografías que tomo es algo que se produce por momentos. Puede que no sean de muy buena calidad y reconozco que no lo son, no son dignas de ser vistas por personas que llevan toda una vida trabajando en este gran arte, pero soy aficionado.  Las únicas nociones que tengo sobre técnica fotográfica son las que me ha dado mi padre que estudio muchos años la fotografía y lo poco que he podido leer en los libros que por pura casualidad encuentro en los estantes de la biblioteca o arrumados en la parte alta de los armarios de mis padres.
Desde siempre viví rodeado de cámaras desde que nací mi padre se dedico a hacerme un registro fotográfico de todo lo que hacia (como suele suceder con los primeros hijos de todas las parejas). Yo era su modelo favorito y su cámara no muy cara porque debo confesar que soy un hombre con padres humildes de familias de clase media. Una cámara análoga Fujica profesional sin nada que envidiarle a una Canon o a un Nikon. Era dándole un toque de dramatismo el tercer amor de su vida. Al ir creciendo y viendo a mi padre tomar fotos a lo que le gustaba, sacar rollos y rollos de la cámara. empecé a tener gusto por la fotografía, como es comprensible, mi padre no me dejaba tocar la cámara lo único que hacia era explicarme para que servía cada botón o ruedita que esta incluía. Desafortunadamente esa cámara la robaron y hay se acabo mi aprendizaje.
Después tuve mi primera cámara. era una cámara que daba Crayola en los colegios, yo hice hasta lo imposible por conseguirla y lo logré. Era una cámara con un rollo alargado que casi no se conseguía en el mercado. Además obturarla era toda una odisea. Con esta pequeñita empecé a hacer lo que mi padre tomar fotos a mis cosas preferidas y a mi familia por supuesto.
Creo que todo esto me llevo a disfrutar de la fotografía, de como las imágenes dan a quien las ve una sensación, que es lo que mas me gusta, sentir ese no se que en el pecho cuando uno mira una foto que es impactante por si misma. Cuento con muy pocos instrumentos fotográficos una cámara digital Sony que he aprendido a medio dominar con las pocas opciones que me da. Porque ya sabiendo mucho más de fotografía eso me queda corto.
Intento y no se si fracase que es lo más probable. Mostrar lo que siento en ese momento preciso de tomar la foto, en ese instante donde yo miro a esa cámara, en mis trípodes improvisados que generalmente son libros, y veo las luz roja en cuenta regresiva de 10 segundos. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10 y toma la foto. He repetido la misma fotografía mas de 10 veces hasta que sienta que esa imagen que me muestra esa pequeña pantalla que esta muy deteriorada me complazca y me haga decir, esto es lo que quiero mostrar.
Casi siempre la foto se deja intacta como salió, alguna veces se tiene que arreglar un poco para darle mas peso, mas cojones. Pero casi siempre quedo contento, pero suele pasarme muy seguido que lo que menos me gusta a mi es lo que mas disfrutan los otros. Aveces por el simple hecho de mostrar algo pongo una foto que no me parece buena, que para mi es simplemente un intento, y esa imagen es la que les da a los pocos que ven que mal contados deben ser unos 4 o 5 pelagatos como yo, lo que busco transmitir.
No se si es por mi terquedad, pero me encanta no saber tanto, en encanta que se vea esa inseguridad en la foto, ese mal encuadre que muchas veces es intencional y otras simplemente se da, que se vea que la foto la tomo un AFICIONADO. 
Porque a final de cuentas eso es lo que soy un AFICIONADO, AMATEUR, SEUDOLETRADO EN EL ARTE DE LA FOTOGRAFÍA EN COLOR (como se llama uno de esos libros que me ha enseñado lo que se), CUASI”FOTOGRAFO” o  ”EL PRIMO, SOBRINO, NIETO QUE TOMA LAS FOTOS FAMILIARES”.

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